Pizza, Spaccanapoli y qué viva Nápoles

En esta ocasión viajamos a Nápoles. 

Nos espera una aventura que nos va a cambiar la vida. 

Llegamos y observamos que todo era…

Un caos, el más perfecto de ellos, sus mil colores, aromas y sabores, el carácter explosivo y pasional de sus ciudadanos, el bullicio de motos y carros, su canalla carácter, donde el caos impera, pero la alegría es la regla. No vas a entender Nápoles si no has entendido la vida, porque Nápoles es la vida misma.

En esta ocasión viajamos a Nápoles. 

Nos espera una aventura, que nos va a cambiar la vida. 

Llegamos y observamos que todo era…

Un caos, el más perfecto de ellos, sus mil colores, aromas y sabores, el carácter explosivo y pasional de sus ciudadanos, el bullicio de motos y carros, su canalla carácter, donde el caos impera, pero la alegría es la regla. No vas a entender Nápoles si no has entendido la vida, porque Nápoles es la vida misma.

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La aventura napolitana empezó horas antes de pisar sus tierras. 

Me encontraba haciendo la fila para subir al avión, de la nada, me topé con Salvatore, mi buen amigo, Salva es de Nápoles, viajaba el mismo día que yo y nos devolvíamos a Valencia en el mismo avión. 

Nuevamente la vida y sus golpes de suerte, muchas veces siento que el destino realmente me quiere. 

Salva sería nuestro guía por su natal Nápoles, la alegría de mostrarnos la tua casa, se notaba en su cara.

Al caminar por sus calles, llenas de bulla y desorden, tu corazón comienza a ser abrigado, pero aún no te has dado cuenta, te sientes como en casa, no eres un turista, por más que tu pasaporte diga lo contrario. 

Y es que Nápoles y los italianos tienen esa capacidad de hacerte sentir uno más. 

Nuestra primera y obligatoria parada será una buena pizza napolitana. 

 

Comer en Nápoles. 

Nápoles lleva por bandera su buena pizza, este delicioso plato que ha puesto al mundo entero de rodillas es originario de aquí. 

La aventura napolitana empezó horas antes de pisar sus tierras. 

Me encontraba haciendo la fila para subir al avión, de la nada, me topé con Salvatore, mi buen amigo, Salva es de Nápoles, viajaba el mismo día que yo y nos devolvíamos a Valencia en el mismo avión. 

Nuevamente la vida y sus golpes de suerte, muchas veces siento que el destino realmente me quiere. 

Salva sería nuestro guía por su natal Nápoles, la alegría de mostrarnos la tua casa, se notaba en su cara.

Al caminar por sus calles, llenas de bulla y desorden, tu corazón comienza a ser abrigado, pero aún no te has dado cuenta, te sientes como en casa, no eres un turista, por más que tu pasaporte diga lo contrario. 

Y es que Nápoles y los italianos tienen esa capacidad de hacerte sentir uno más. 

Nuestra primera y obligatoria parada será una buena pizza napolitana. 

 

Comer en Nápoles. 

Nápoles lleva por bandera su buena pizza, este delicioso plato que ha puesto al mundo entero de rodillas es originario de aquí. 

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Nos adentramos en el barrio más típico napolitano,  Spaccanapoli, casas altas, antiguas y maltrechas, con fachadas de ladrillos que se tornan grises, pero en su mayoría amarillas.

Calles estrechas, que parecen diseñadas para que las personas olviden el teléfono en casa y se comuniquen con sus vecinos de balcón a balcón, mientras cuelgan en su tendedero la ropa que adorna sus calles desde el cielo. 

Nos adentramos en el barrio más típico napolitano,  Spaccanapoli, casas altas, antiguas y maltrechas, con fachadas de ladrillos que se tornan grises, pero en su mayoría amarillas.

Calles estrechas, que parecen diseñadas para que las personas olviden el teléfono en casa y se comuniquen con sus vecinos de balcón a balcón, mientras cuelgan en su tendedero la ropa que adorna sus calles desde el cielo. 

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Cuanta magia, que no hace kadabra ante cualquier caminante. 

Spaccanapoli es el alma de Nápoles, la varita con la que el mago hace de las suyas. 

Durante todo el trayecto, se nos olvidó el hambre, estábamos anonadados, hasta que empezaron a aparecer pequeños restaurantes, atendidos por locales con una sonrisa de oreja a oreja. 

Quieres entrar a todos, pues sabes que tu satisfacción es su propósito, en Nápoles las personas sí saben lo que es la buena mesa. 

Salva, todo el trayecto nos decía, el restaurante es lo de menos, aquí todo es bueno, nosotros escépticos, hasta que… 

El hambre atacó y entramos al primero que encontramos, dijimos Salva, sorprendenos. 

Y vaya sorpresa, en el centro, Straciatella, con un tomate carnoso, rojo intenso, jugoso, dulce, con un final ácido que amalgamaba perfectamente con la untuosidad de la burrata más exquisita que mi paladar haya degustado. 

Crocchè, una exquisitez originaría de Nápoles, un plato a base de (patata – papa) untuosa, pronunciada pimienta y como hilo conductor de ambos sabores ¡el queso! cómo va a faltar un buen queso en Italia.

Cuanta magia que no hace kadabra ante cualquier caminante. 

Spaccanapoli es el alma de Nápoles, la varita con la que el mago hace de las suyas. 

Durante todo el trayecto, se nos olvidó el hambre, estábamos anonadados, hasta que empezaron a aparecer pequeños restaurantes, atendidos por locales con una sonrisa de oreja a oreja. 

Quieres entrar a todos, pues sabes que tu satisfacción es su propósito, en Nápoles las personas sí saben lo que es la buena mesa. 

Salva, todo el trayecto nos decía, el restaurante es lo de menos, aquí todo es bueno, nosotros escépticos, hasta que… 

El hambre atacó y entramos al primero que encontramos, dijimos Salva, sorprendenos. 

Y vaya sorpresa, en el centro, Straciatella, con un tomate carnoso, rojo intenso, jugoso, dulce, con un final ácido que amalgamaba perfectamente con la untuosidad de la burrata más exquisita que mi paladar haya degustado. 

Crocchè, una exquisitez originaría de Nápoles, un plato a base de (patata – papa) untuosa, pronunciada pimienta y como hilo conductor de ambos sabores ¡el queso! ¿Cómo va a faltar un buen queso en Italia?.

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¿Plato principal? cómo no una buena Pizza Margarita, con cada bocado mi alma lloraba de felicidad, el silencio se hizo en la mesa, maravilla de comida. 

¿Sabes por qué se llama Pizza Margarita? Todo fue porque llegaba la reina Margarita a la ciudad y la querían sorprender con una pizza única. 

Sus tres componentes; albahaca; tómate; mozzarella, representan los colores de la bandera, desde entonces, la pizza margarita conquista todos los rincones. 

 

Spaccanapoli 

Terminamos el banquete y continuamos nuestro camino, observamos a Maradona en cada bar, allí es religión el exjugador. 

Subimos unas calles más y nos encontramos con muchos (belenes o pesebres) cada tienda tiene el suyo propio y es que sí, la tradición inició allí, en Nápoles y se extendió por el mundo. 

También nos encontramos con una figura que predominaba en todas las tiendas, a simple vista parecía una (guindilla o chile), por lo que le pregunté a Salvatore sí lo era, se ríe y me dice que es un cuerno. 

El cuerno rojo, curvo y hueco, representa la buena suerte, en la edad media, este  se hacía con corales, que se creía tenían poderes mágicos y alejaba el mal. 

Los napolitanos como buenos italianos agüeristas son, en sus negocios tienen todos su cuerno rojo, el cuál tocan todos los días para llamar la buena suerte, esta es conocida como la incurable enfermedad napolitana. 

Recorrer Spaccanapoli es encontrar en cada calle una sorpresa, el bullicio de la gente con un fondo de cantantes líricos practicando para sus recitales. 

Tiendas hipsters, bares llenos de universitarios con su amado Aperol Spritz, y al caer la noche, sin razón alguna, fuegos pirotécnicos engalanan sus calles míticas. 

Puedes ir solo y terminar con nuevos amigos que te perdurarán toda la vida, porque el Italiano es así, muy suyo y muy de los suyos. 

 

Tips y recomendaciones para disfrutar de nápoles 

Ve con los ojos abiertos, estate siempre atento y no porque te vayan a robar, sino porque cada esquina te tiene algo por contar. 

Come, come y come, si una palabra define a Nápoles es comida, no temas probar su exquisita y nostálgica gastronomía, llena de producto, sabor y amor.

Visita el museo arqueológico de Nápoles y siente cómo  este antiguo imperio supo ser inmenso y como la actual Italia se aferra a ello, porque eso es Italia, tradición.

¿Plato principal? cómo no una buena Pizza Margarita, con cada bocado mi alma lloraba de felicidad, el silencio se hizo en la mesa, maravilla de comida. 

¿Sabes por qué se llama Pizza Margarita? Todo fue porque llegaba la reina Margarita a la ciudad y la querían sorprender con una pizza única. 

Sus tres componentes; albahaca; tómate; mozzarella, representan los colores de la bandera, desde entonces, la pizza margarita conquista todos los rincones. 

 

Spaccanapoli 

Terminamos el banquete y continuamos nuestro camino, observamos a Maradona en cada bar, allí es religión el exjugador. 

Subimos unas calles más y nos encontramos con muchos (belenes o pesebres) cada tienda tiene el suyo propio y es que sí, la tradición inició allí, en Nápoles y se extendió por el mundo. 

También nos encontramos con una figura que predominaba en todas las tiendas, a simple vista parecía una (guindilla o chile), por lo que le pregunté a Salvatore sí lo era, se ríe y me dice que es un cuerno. 

El cuerno rojo, curvo y hueco, representa la buena suerte, en la edad media, este  se hacía con corales, que se creía tenían poderes mágicos y alejaba el mal. 

Los napolitanos como buenos italianos agüeristas son, en sus negocios tienen todos su cuerno rojo, el cuál tocan todos los días para llamar la buena suerte, esta es conocida como la incurable enfermedad napolitana. 

Recorrer Spaccanapoli es encontrar en cada calle una sorpresa, el bullicio de la gente con un fondo de cantantes líricos practicando para sus recitales. 

Tiendas hipsters, bares llenos de universitarios con su amado Aperol Spritz, y al caer la noche, sin razón alguna, fuegos pirotécnicos engalanan sus calles míticas. 

Puedes ir solo y terminar con nuevos amigos que te perdurarán toda la vida, porque el Italiano es así, muy suyo y muy de los suyos. 

 

Tips y recomendaciones para disfrutar de Nápoles 

Ve con los ojos abiertos, estate siempre atento y no porque te vayan a robar, sino porque cada esquina te tiene algo por contar. 

Come, come y come, si una palabra define a Nápoles es comida, no temas probar su exquisita y nostálgica gastronomía, llena de producto, sabor y amor.

Visita el museo arqueológico de Nápoles y siente cómo  este antiguo imperio supo ser inmenso y como la actual Italia se aferra a ello, porque eso es Italia, tradición.

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Aprecia la perfecta arquitectura de la plaza plebiscito, siéntete cómo cuando veías Hércules en Disney. 

Disfruta del caos, del dolce farniente y de su gente, porque te restauran el alma, recuerda que Nápoles es como la vida misma. Ve a Casa Infante y prueba lo qué es un buen gelato.

Aprecia la perfecta arquitectura de la plaza plebiscito, siéntete cómo cuando veías Hércules en Disney. 

Disfruta del caos, del dolce farniente y de su gente, porque te restauran el alma, recuerda que Nápoles es como la vida misma. Ve a Casa Infante y prueba lo qué es un buen gelato.

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Y no te olvides de mirar google maps, nosotros nos perdimos por mi culpa, aunque si quieres aventura… viaja sin mapa,  sin retorno es fluir con el entorno. 

Perderse, es sin duda lo que más impregna los viajes de experiencias inigualables, dónde conoces la verdadera cara que un destino aguarda. 

Hasta aquí la vida, disculpa, Nápoles, nos vemos con más historias y por supuesto recetas sabrosas, como esta que me inspiró este viaje (link). 

Recuerda viajar sin retorno, la vida es lo que ocurre cuando empiezas a volar y dejas de regresar.

Y no te olvides de mirar google maps, nosotros nos perdimos por mi culpa, aunque si quieres aventura… viaja sin mapa,  sin retorno es fluir con el entorno. 

Perderse, es sin duda lo que más impregna los viajes de experiencias inigualables, dónde conoces la verdadera cara que un destino aguarda. 

Hasta aquí la vida, disculpa, Nápoles.

Recuerda viajar sin retorno, la vida es lo que ocurre cuando empiezas a volar y dejas de regresar.

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